Los domingos nunca me gustaron, encuentro en ellos
un agrio sabor a decepción y desamparo.
Quizá porque están hechos
para esos tipos que nunca trasnochan
y se levantan antes del alba
para ir de pesca o caminar por la montaña
o para construir una casita en el campo
con sus propias manos.
Tipos que aprovechan la tarde
para pasear con su pareja por el parque,
para lavar el coche
en cualquier servicio de autolavado
o para cambiar el espejo del baño.
Tipos a los que admiro,
ejemplares, perfectos, cumplidores,
tipos tan diferentes y ajenos
a lo que soy.
Donosti Sound nace de la necesidad irrefrenable de Antonio Javier Fuentes Soria por desahogarse. Convertidos en espectadores de su catarsis, asistimos en sus poemas a la liberación explosiva de los temores más íntimos que le atenazan y del desencanto producido por su comprensión tardía de la condición humana.
Al igual que la corriente musical de los noventa, Donosti Sound es un libro de sonidos sencillos vertebrados por un tono gris y melancólico. El autor camina con seguridad entre la cotidianidad de un paisaje compuesto de pocos escenarios: su casa, los bares, su familia, sus amistades. Son poemas espontáneos que no pretenden esconder ni suavizar ninguna emoción, por eso Donosti Sound es un libro duro y sincero.