Adivinanza
en la hora del desoculto impedimento y de la trémula
libación entre los tiempos que a juntarse no volverán
sino en la otra orilla de aquesta luna sin la cual
ojo no hay; en la hora
del repliegue punguista adonde fijan la escritura
devotos de una rumba que se asusta de tanto vigilar
mientras contagia su raja el verano bajo las torres
o en los túneles mortales otros amores se humectan
y cuentan los tramados pasadizos con los dedos
del secuestro del instante adonde vamos de la mano
de esa cruda nodriza que bajo el vestido lleva
otro cuerpo que no viste; en la hora
cuya ingesta atraviesan sus inmóviles agudos
sobresaltos y a más ya no poder esa guadaña
rasura el juicio pero en vano desenvaina intimidad
con lo despierto a mordiscos giratorios
cuyo oráculo dispersa lo azul nonato del abismo;
en la hora mulata del revés cuando remonta
esta estela
o borra el papel que hace actor el acto y de su parte
al margen de la orilla dispara en la bandada
cuando abrir es aire del verbo o humor fluorescente
la hierba dios o gamo líquido vuelto aquí
náyade que los pies lava del ancestro
al que enciende vórtice del segundo
de deseo que cura del destino
porque vuelve; en pregones que preñan
apariencias en la hora
afilada abundancia del cruce de los hechos
con los ecos de las fallas en la roca con las rayas
que a la tigra me anillan y tatúan
sus pensares ávidos de una sola hora más
en este fulgir inútil
que una lengua de lagunas no dispensa
por no hallar bajo la mesa una respuesta
o una bombita a ser asida por un tiempo
futuro alrededor del foco que se agita
San Juan De Las Moscas
en la mera tempestad motor ante la mácula
sale del pendiente y rumia
su exilio de la próxima puerta en inscripciones
que imprecan tatuando de amenaza
a medias ser trampa que busca
una salida que falte a la memoria;
en la hora
del hambre más húmeda la pontífice luz me liba
librando la nuestra sangre en genitales cruces
en esta estepa que no harta porque nunca sacia
pampa del patrón trueno del estar sin retratarse
sin semejar sino la nube que al llamarse Nadie
se enmascara con ramas y plumas y despierta
en la hora
del cangrejo que hasta el junco retrae pruebo
el tempo del que nada y extraviando la nave
quemo con infinito celo estela del estar diosa
por el musgo orbitada en tu droga sin insidia
entra entra por fin a la circulación

Ha traducido libros en portugués y francés. En los 80 integró la banda de artistas El Invitado Sorpresa. Con Fernando Aldao grabó La indefensión (2002) y Ex (2012), además de otras colaboraciones. Ha participado en numerosos eventos performáticos y literarios y ha dictado talleres de escritura en más de una decena de países.